CUIDAR LA PIEL CON PSICODERMATOLOGÍA
- Anna Solana, science journalist
- 9 may 2016
- 1 Min. de lectura

Hoy en día se sabe que algunas manifestaciones de la piel tienen una dimensión psicológica. Y no hablamos sólo del rubor que aparece al sentir vergüenza o del sudor que se desencadena por el miedo. También el acné, la psoriasis o incluso ciertas verrugas pueden tener un origen psicológico y, según los psicodermatólogos, pueden tratarse con hipnosis, relajación, meditación o psicoterapia.
Hace casi 10 años, un artículo de la Harvard Medical School situó sobre la mesa de debate la eficacia de la llamada psicodermatología. ¿Puede una terapia psicológica curar un problema de piel? Los psicodermatólogos norteamericanos y los europeos aseguran que sí y desde hace mucho tiempo defienden la validez de sus teorías y de sus terapias basadas en la conexión de la psique con la piel. Ahora bien, nos estamos refiriendo a dermatólogos o psiquiatras que practican técnicas de relajación, meditación o hipnosis, no a personas sin titulación médica. Antes de aplicar cualquier terapia es imprescindible el diagnóstico del médico.
Es cierto que el estrés pasa factura y que puede empeorar enfermedades cutáneas como las citadas al principio, u otras como la dermatitis atópica, el prurito, las úlceras bucales o la alopecia, tanto masculina como femenina. Según el Servicio de Dermatología de un importante hospital público de Barcelona, una tercera parte de los pacientes que acuden a la consulta tienen un problema cutáneo de origen psicosomático.
A pesar de la resistencia de la dermatología convencional, la psicodermatología ya se ha convertido en algunos hospitales y centros privados de todo el mundo en una unidad más de tratamiento dermatológico. Sin embargo, la ausencia de guías de actuación y protocolos demandan más investigación
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