top of page

CUANDO LA TRANSPIRACIÓN ES UN PROBLEMA

  • Actas Dermo-Sifiliográficas
  • 25 feb 2016
  • 4 Min. de lectura

Sudar es necesario. La sudoración a través de la piel es la respuesta fisiológica al aumento de la temperatura corporal durante el ejercicio físico o el exceso de calor. La evaporación del sudor enfría el cuerpo; es el mecanismo necesario para regular la temperatura. Si falla podemos llegar incluso a la muerte. Pero algunas personas sudan en exceso; para ellas la hiperhidrosis es un problema muy molesto.

Existen tres tipos de glándulas sudoríparas en la piel. Las ecrinas son las más numerosas; están distribuidas por toda la piel y se encargan de la termorregulación mediante el sudor; abundan en palmas, plantas, axilas y cara. Las apocrinas están principalmente en axilas, pezones y zona perineal y son responsables del olor corporal. El ser humano tiene entre 2 y 4 millones de glándulas sudoríparas ecrinas distribuidas por toda la superficie corporal; en promedio, unas 600 por centímetro cuadrado. Una persona puede sudar varios litros por hora y hasta 10 litros en un día.

A veces el sudor es excesivo

Hay ocasiones en que, por diversas causas, existe una sobreproducción de sudor; entonces hablamos de hiperhidrosis. Es un problema que afecta a casi el 3% de la población. Aunque se define como un trastorno “benigno” y poco relevante, lo cierto es que influye en la calidad de vida de quien lo sufre, pudiendo llegar a desarrollar fobia social en los casos más extremos.

La hiperhidrosis normal o primaria suele estar localizada en las manos, los pies o las axilas; si la sudoración excesiva es generalizada por todo el cuerpo acostumbra a ser consecuencia de otras enfermedades (hiperhidrosis secundaria).

La causa de la hiperhidrosis primaria es desconocida. Suele aparecer en edad infantil y empeorar durante la pubertad, para luego disminuir en edades más avanzadas. Afecta a ambos sexos y tiene una distribución universal.

Aunque muchas veces puede ser inducida por el estrés, la mayoría de casos se producen de manera espontánea. Las actividades cotidianas son suficientes para que la persona sude de manera excesiva.

¿Existe solución para la hiperhidrosis?

Lo cierto es que muchos afectados ni siquiera consultan y, cuando lo hacen, abundan los médicos que tienden, erróneamente, a minimizar el problema.

Centrémonos en la hiperhidrosis primaria, que es la más frecuente y la que interfiere en mayor medida con la calidad de vida. ¿Qué se les puede ofrecer a los pacientes una vez diagnosticados?

Antitranspirantes: Son activos que actúan por bloqueo de los conductos excretores de las glándulas. Los más utilizados son diversas sales metálicas de aluminio. Aparte de su escasa eficacia en las formas más severas, pueden ser irritantes para la piel y su efecto dura poco.

Con respecto a las múltiples leyendas urbanas que han intentado correlacionar la utilización de sales de aluminio con el cáncer, quede claro que no existe ninguna evidencia científica de que el aluminio pueda causar mutación o daño en el ADN.

Astringentes: Son sustancias que deshacen las proteínas de las células de la piel (estrato córneo), induciendo una obstrucción del poro de la glándula que persiste durante varios días hasta que la piel descama.

Los más empleados son el ácido tánico en etanol, el formaldehído, el ácido tricloroacético y el glutaraldehído. Son relativamente efectivos, pero huelen, inducen coloración de la piel y son mal aceptados por los pacientes.

Fármacos por vía oral: Desde ansiolíticos (en los casos en que la ansiedad es un desencadenante de la hiperhidrosis) hasta betabloqueantes o anticolinérgicos orales. Se reservan para casos muy concretos; sus efectos secundarios adversos limitan en gran medida los tratamientos.

Iontoforesis: Es un tratamiento transcutáneo que consiste en el paso de corriente eléctrica a través de la piel. La electricidad moviliza los iones sodio de una solución acuosa en un recipiente en el que sumergimos la zona a tratar, originando un reposo temporal de las glándulas sudoríparas por un mecanismo no del todo claro.

Es útil para pies y manos (que pueden sumergirse en el líquido), pero no tanto para las axilas. El éxito terapéutico depende de la intensidad de la corriente: 3-4 sesiones semanales de 20-30 minutos con 15-20 mA.

Botox: Las inyecciones de botox producen el cese transitorio de sudoración desde los primeros días de tratamiento. Es el método más utilizado en las axilas. Se consiguen resultados transitorios (de unos 6-8 meses) en el 60-80% de los pacientes. Cuando se trata de las palmas de las manos y las plantas de los pies el proceso es demasiado doloroso (incluso con anestesia local).

Cirugía: Con el paciente bajo anestesia general, un cirujano de tórax corta algunos ganglios del sistema simpático, el cual discurre en paralelo a ambos lados de la columna (simpatectomía torácica). Esta técnica se ha consolidado como eficaz, permanente y segura para el tratamiento de la hiperhidrosis palmar.

Se suele realizar con una hospitalización media de 24 horas, siendo los resultados inmediatos y duraderos. La complicación más importante es el sudor reflejo postquirúrgico: en el 10-40% de los casos suele darse un incremento severo de la sudoración en otras áreas del cuerpo, que puede desaparecer espontáneamente o persistir de manera indefinida.

En conclusión, la hiperhidrosis es un trastorno que puede ser muy limitante para quien la sufre, pero existen alternativas terapéuticas eficaces para combatirla y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados


 
 
 

Comments


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
Galeria de Servicios
Visítanos
Ubicación

Blvd. Leyva Solano 585 Ote. Frente a Centro

 

Dermatológico. Centro Sinaloa

 

farmagenmkt@gmail.com

 

Tel: 667-259-2700

 

 

  • Facebook Social Icon
bottom of page